Psicología para Tercera edad:
Envejecer es un proceso natural del ser humano y supone un proceso de cambio vital importante para el que muchas personas no están preparadas o desconocen las implicaciones que conlleva en las distintas áreas funcionales (sexualidad y pareja, psicomotricidad, cognición, cambios vitales importantes como la jubilación, etc.) Es un proceso complejo y no siempre se consigue avanzar en él de una manera sana y adaptativa. En terapia se aprende a hacer frente a las dificultades propias de esta edad, proporcionando una mayor comprensión del proceso y las estrategias de afrontamiento adecuadas a las personas que se encuentran en esta etapa de desarrollo.
Con frecuencia, los familiares (pareja, hijos, nietos…) también sufren ante el envejecimiento de sus seres queridos (enfermedad crónicas, deterioro físico y/o psicológico, miedo a su pérdida...) o no saben cómo favorecer un envejecimiento positivo en sus mayores. En terapia se les ofrece un espacio de comprensión, desahogo emocional y de adquisición de recursos para vivir este proceso de manera sana y constructiva junto a su familiar y a cuidar de si mismos desde su rol de cuidadores, que conlleva un desgaste importante.
DISFRUTA TU MADUREZ CON PLENITUD
Éstas son algunas de las problemáticas más habituales:
-
Problemas de estado de ánimo y sentimiento de soledad.
-
Problemas de ansiedad.
-
Procesos de Duelo: pérdida de la pareja, amistades, mascotas o animales de compañía, o cualquier otro tipo de pérdida.
-
Cambios en la sexualidad individual y/o de pareja: Los cambios que se producen con la edad son normales pero es importante conocerlos. Envejecer no significa abandonar nuestra sexualidad ni renunciar a ella, sino ajustar expectativas y eliminar tabúes para seguir disfrutando de ella.
-
Problemas de pareja.
-
Dificultades para la búsqueda de pareja.
-
Dificultades de adaptación a la jubilación.
-
Dificultades para afrontar cualquier otro cambio derivado del proceso madurativo o envejecimiento.
-
Afrontamiento de enfermedades terminales, tanto para el propio enfermo como para sus familiares o cuidadores (rol y cuidados del propio cuidador).